La Quinta de los Molinos es un oasis de tranquilidad en medio del asfalto madrileño. Declarado Parque Histórico y Bien de Interés Cultural cualquier momento es bueno para visitarlo, pero si hay una época especialmente recomendada es ahora, cuando los cientos de almendros que lo pueblan están en flor. Todo un espectáculo vegetal en plena C/ Alcalá.
Ocupa 21,5 hectáreas y además de almendros, alberga pinos, abetos, cipreses, olivos, eucaliptos, mimosas... Un agradable paseo que puede no serlo tanto para los alérgicos al polen de las plantas no gramíneas. De ahí que mi recomendación personal, como farmacéutica, sea que éstos se tomen su antihistamínico habitual unas horas antes de visitarlo y así puedan disfrutar plenamente de este jardín.
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| Todas las fotos las hice el viernes por la tarde y los almendros llevaban en flor como mínimo desde el miércoles. No os demoréis si queréis verlos. Probablemente muchas de las flores no lleguen al próximo fin de semana. |
Según esmadrid.com, fue una "propiedad del Conde de Torre Arias hasta que en 1920 pasó a formar parte del patrimonio de César Cort Botí, nacido en Alicante y primer catedrático de Urbanismo de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Fue éste quien construyó una finca de estilo mediterráneo con numerosos almendros, olivos y un palacete de estilo racionalista.
La Quinta cuenta con fuentes, albercas, estanques y dos molinos dotados de aeromotores para facilitar la red de riego y que dan nombre al parque: el Molino de la Casa del Reloj y el Molino de la Rosaleda de Palacio. A raíz de la muerte de Cort Botí en 1978, sus herederos acordaron con el ayuntamiento que la zona pasase a ser de uso público, siendo así desde 1982".
Se encuentra en la C/ Alcalá 527-531, más o menos enfrente del edificio de Porcelanosa. Y justo en la puerta del parque está la parada de metro de Suances. Su horario de apertura es de 6:30 a 22:00.
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