Una vez sentados a la mesa, lo que más llama la atención es que sólo hay dos platos principales en su carta: langosta canadiense y solomillo de Sudamérica, que completan con algunos postres y una amplísima variedad de vinos. Para la langosta se puede elegir entre una salsa mayonesa suave o una mantequilla con hierbas especial del chef y para el solomillo entre salsa bearnesa o simplemente cocinado con mantequilla. Ambos los sirven con ensalada y patatas fritas (Mmm...!).
Yo pedí langosta y como no me decidía con la salsa, me pusieron un poco de cada una. Estaba rica, si bien no llegaba al nivel de los mariscos gallegos en cuanto a sabor.
Fachada |
Abre todos los días de la semana y la cocina funciona de 18:00 a 24:00, por lo que también es apropiado para cenar tarde.
Precio: A partir de 35 euros.
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