Uno de los restaurantes de moda entre el pijerío de más de 35 años en Madrid es 'Ten Con Ten'. Situado en la C/ Ayala 6, es el hermano pequeño de 'El Paraguas', un asturiano que abrió sus puertas en 2004 y en poco tiempo se ganó el respeto y el estómago del barrio de Salamanca.
'Ten Con Ten' nace con la herencia gastronómica del anterior pero adaptado a los gustos de hoy y un poco más asequible. Si 'El Paraguas' es famoso por las albóndigas de rabo de toro, 'Ten Con Ten' tiene esta carne en forma de hamburguesa.
El local es grande y tiene varios ambientes. Nada más entrar se encuentra una barra cuya decoración juega con la luz y donde se puede tomar el aperitivo, un cocktel o cualquier plato de la carta. Alrededor de la barra hay algunas mesas altas para las que no aceptan reservas, por lo que conseguir una de ésas será cuestión de suerte, sobre todo los fines de semana. Hacia el interior está la parte más formal, una amplia zona decorada en un estilo clásico y a la vez actual por el modo en que se han utilizado los colores.
Sobre la comida, yo sólo puedo decir que todo lo que he probado estaba muy bueno. La ensalada de naranja y aguacate con uvas y piñones es deliciosa. La picaña -un tipo de pieza de ternera- braseada con yuca y plátano es muy sabrosa. La hamburguesa de rabo de toro es exquisita, la de pixín (rape) y la de ternera de Ávila también están ricas. Aviso de que su concepto de hamburguesa es el de carne más o menos picada con más o menos jugo a la que se le dado una forma redonda. El que pretenda encontrar un filete entre dos trozos de pan con lechuga y tomate que se vaya a otro sitio.
Me llamó la atención que las patatas fritas que ponen de acompañamiento -muy crujientes y sabrosas- las sirvieran en una fuente y la dejaran en el medio de la mesa en vez de poner un poco en cada plato.
Las únicas pegas son que las mesas están un poco juntas, que las personas mayores pueden tener alguna dificultad para llegar al baño pues hay que bajar una escalera de gran pendiente y que hay que reservar con muuucha antelación para ir los fines de semana, con veinte días de adelanto por lo menos.
Probablemente lo mejor sea ir entre semana. No estará tan abarrotado, los camareros andarán menos estresados, tardarán menos en servir y los baños estarán más limpios. Y una última advertencia: aunque tiene servicio de aparcacoches, ni se os ocurra dejárselo. Yo recogí el mío con un amplio rasponazo en el parachoques trasero...
Precio: A partir de 35 euros.
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